La Teoría de Juegos se origina en la habilidad de la humanidad de modelar la realidad, y consiste en el estudio de los modelos matemáticos del comportamiento estratégico de los tomadores de decisiones (los jugadores) en situaciones en donde la decisión de un jugador afecta el pago o beneficio que obtienen los otros jugadores. El juego más simple es el de un jugador, que juega contra la naturaleza, y toma decisiones enfrentado a un ambiente que es neutral e indiferente al él. Sin embargo, en los juegos de dos jugadores o más, la suposición básica es que los jugadores son racionales de tal forma que al perseguir objetivos bien definidos los jugadores toman en cuenta la racionalidad de los otros jugadores, y de acuerdo con esto, construyen expectativas de su comportamiento.

De forma intuitiva, se puede decir que sí en un juego hay una forma de participar en el que estén de acuerdo todos los jugadores, el análisis podría ser muy simple; sin lugar a duda el caso es un acuerdo perfecto, el análisis es trivial y pierde sentido.

La pregunta de si hay una teoría construida para los juegos en donde la competencia no es estricta, como si lo es en un juego de suma cero, en donde la competencia es extrema (lo que gana un jugador lo pierde el otro), en la práctica, una discusión adecuada de los juegos, en los que no hay una competencia estricta, parece posible sólo en términos de casos especiales y, aun así, a veces hay que añadir y tomar en cuenta cuestiones subjetivas como pueden ser la psicología de los individuos que toman decisiones, o que están negociando un asunto, o bien, es necesaria la comparación interpersonal de la utilidad.

Un factor importante en los juegos es la comunicación entre los ellos, algunas veces es posible que los jugadores se comuniquen antes del juego, en algunos casos se podrán comunicar entre las jugadas, y en otros casos no se permite la comunicación en lo absoluto. En la clasificación entre juegos cooperativos o no-cooperativos, es importante la cuestión de la negociación, y el hecho de hacer que los acuerdos se cumplan, esto es, ¿qué tan fuertes deben ser las alianzas para cumplir los acuerdos de la cooperación? Ya que siempre es posible esperar que el otro jugador no juegue de la forma en que había prometido que jugaría. Un juego cooperativo es aquel en donde el resultado de la negociación se puede poner en un contrato para forzar su cumplimiento, de la misma forma, se debería quedar claro la forma en que se distribuirán los pagos entre los miembros de las coaliciones que se formaron para el juego.