3.5 Conclusiones

El problema acerca de las leyes que rigen el movimiento de los cuerpos grandes en la mecánica clásica, dio origen a un área conocida hoy en día como teoría de los sistemas dinámicos. El estudio de los sistemas dinámicos a través de modelos tipo top down (de arriba hacia abajo) a través del uso de ecuaciones diferenciales (tiempo continuo) y de ecuaciones en diferencias (tiempo discreto) ha permitido identificar en la naturaleza la existencia de sistemas complejos, así como de algunas de sus características. Ejemplos de ello, es el problema de los tres cuerpos, donde Henri Poincaré quedó sorprendido por los resultados inesperados sobre la dinámica de tres cuerpos con diferente masa, lo cual, colocó a Poincaré como uno de los precursores en el estudio del caos determinista. El modelo de Edward Lorenz sobre el clima también aportó información sobre el comportamiento de los sistemas complejos y, por supuesto, los estudios de Robert May sobre el crecimiento poblacional. El conjunto de estos trabajos muestra que sistemas complejos se caracterizan por una riqueza en su dinámica, ya que exhiben una variedad amplia de posibles comportamientos como las bifurcaciones y comportamientos erráticos a partir de alcanzar ciertos valores en los parámetros. Estos descubrimientos contribuyen a ampliar la visión de la ciencia en distintos aspectos: en primer lugar, al reconocer la existencia de fenómenos que, con base en su comportamiento, se ubican entre los fenómenos altamente predecibles (como el movimiento de los planetas) y fenómenos poco o nada predecibles (como los procesos azarosos), los fenómenos complejos se ubican entre el determinismo y el azar; en segundo lugar, es posible reconocer que determinismo no implica necesariamente la capacidad de predecir el comportamiento de un fenómeno, si bien es posible conocer las reglas deterministas que gobiernan lo gobiernan de aquí no se sigue que sea posible su predicción ya que los sistemas complejos se comportan bajo un horizonte limitado de predictibilidad; en tercer lugar, amplía los horizontes de la investigación interdisciplinaria ya que se requiere la colaboración entre distintas áreas de la ciencia tales como matemática, ciencias de las computación, física, química, biología, economía, sociología, etc., para el estudio y comprensión de estos fenómenos; y, por último, la teoría de sistemas dinámicos ofrece un conjunto de herramientas de análisis de los sistemas complejos como la modelación con sistemas dinámicos no lineales.

En el caso específico de la economía como ciencia, el uso del enfoque dinámico muestra que los fenómenos económicos presentan una enorme riqueza en su comportamiento dinámico, por lo que se ponen en entredicho los métodos y nociones relacionadas con la idea de equilibrio o, por lo menos, se tienen que reconsiderar. Al mismo tiempo es una oportunidad de enriquecer el campo de la economía desde una perspectiva interdisciplinaria y con otras herramientas de análisis y categorías alternativas como las que ofrece el paradigma de sistemas complejos.