2.5 Conclusiones

Este breve recorrido sobre las limitaciones del paradigma neoclásico y la revisión de las características metodológicas de la CE nos deja las siguientes conclusiones.

Que el NP presenta dos muy serías anomalías: por un lado, su fundamento dado por la demostración de existencia y estabilidad del equilibrio no es matemáticamente sólido; por otro lado, el irrealismo de sus presupuestos sugiere que es una noción de economía exageradamente idealizada, que no guarda relación con la realidad económica. Estas dos anomalías hacen pensar que no es una opción viable para su implementación en las economías reales, que de sobra se sabe que las consecuencias de su implementación en los países en desarrollo han sido graves en términos del bienestar de la población de los países no desarrollados.

La CE ha hecho más flexibles los supuestos del equilibrio general walrasiano añadiendo dinámica y diversidad en el comportamiento de los agentes, si bien se gana en tener una mayor capacidad de modelación de los patrones observados de los hechos económicos, no rompe con el paradigma neoclásico, sigue sujeto al mismo objeto de estudio, el interés sigue siendo el análisis de los mercados, además, no hay un acercamiento con las áreas de las ciencias sociales, sigue siendo parcelaria, ultraespecializada, deja fuera el dialogo y la interdisciplina con las distintas áreas de las ciencias sociales y con las otras ciencias.

De aquí que, se sugiera otra noción de economía con sentido social que capture las dimensiones sociales. Se propone la noción de economía social como un sistema complejo en evolución, que en términos más amplios se refiere al estudio sistemático de los cambios y las fuerzas que mueven a la economía y a la sociedad, y así poder estudiar a la economía como cambio en sus múltiples dimensiones y niveles sociales. Hacia una economía interdisciplinaria con sentido social.